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Parece el típico fake para acusar de hipócritas a las mujeres que escuchan reggaeton, pero en verdad acercarte de la nada a una persona y susurrarle una canción al oído es de rarito pervertido.
#1 #1 blakelivelo dijo: Parece el típico fake para acusar de hipócritas a las mujeres que escuchan reggaeton, pero en verdad acercarte de la nada a una persona y susurrarle una canción al oído es de rarito pervertido. @blakelivelo a ti no te susurra ni dios
Dios que asco.. para susurrarle te has tenido que acercar mucho y si no le pones, invadir du espacio personal... chico, que desagradable.
#2 #2 violativo dijo: #1 @blakelivelo a ti no te susurra ni dios Mentira, anoche tu madre me susurró que eres una gran decepción.
#4 #4 blakelivelo dijo: #2 Mentira, anoche tu madre me susurró que eres una gran decepción.@blakelivelo no sabía que podías hablar con los muertos
A mí no me gustaría que algún desconocido (o conocido) me susurrase al oído parte de la letra de una canción de reggaetón u otro género musical.
Yo puedo disfrutar muchísimo con mi canción favorita y de repente entrarme cringe al oír a alguien susurrándome una parte de la letra de esa canción (y más si la susodicha habla de temas eróticos o amorosos). Y más si la canción habla de sexo explícito; normal que te haya calificado de pervertido.
No es la canción lo que no le gusta, es tu careto.
... Esto esta al nivel de "no follo por que mi técnica de intentar raptarlas las espanta"
Felicidades, acabas de descubrir lo que es el reggaeton cuando le quitas el ritmo y la música.
Lo siento, te estoy imaginando acercandote a ella en medio del botellón y susurrándole al oido "a ella le gusta la gasolina, dale mas gasolina" y me estoy descojonando de ti. Dale gracias a que no haya pedido una orden de alejamiento por que tienes más chalauras que el ropero de un indio.
En mitad de la fiesta con la música vibrando en lo más profundo del pecho, el desenfreno de la euforia del baile y los cuerpos danzantes, con una felicidad indescriptible te acercas a la barra a tomar un poco de tu bebida y alguien por la espalda te susurra al oído.
Es el segundo más horrible de tu vida, toda la alegría y la diversión se han esfumado, quedan sólo el miedo y la incertidumbre, tu instinto te pide que te gires y contemples el rostro del ladrón de tu dicha, la sangre abandona tu cuerpo, dejándote desprotegida y temblorosa, mirando de frente, manteniendo la mirada a ese ser que te ha sumido en la más profunda de las desesperaciones.
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