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Suenas a la típica persona promedio que se hace con una opinión sobre temas pequeños para construir su personalidad y que cuando la soltaste la gente que dominaba el tema mejor que tú te puso en tu lugar por decir alguna burrada, de ahí que no les soportes.
Esto es más viejo que Matusalén.
Tu anterior creencia era una gilipollez.
Tener una opinión es creer que tu opinión es mejor que la de los demás. Si creyera que la opinión ajena es superior a la mía pues abandonaría la mía para adherirme a la ajena. Si creyera que ambas tienen la misma validez pues estaría en una estado de duda.
Por eso mi frase estrella: " Y puedes pensar diferente pero recuerda que yo tengo razón y tú no."
Sobre los melifluos que hablan casi pidiendo perdón por su opinión, no es que sea difícil saber de que palo van; es fácil reconocer el pensamiento de la mayoría por unos cuantos patrones que se repiten. Sucede que si alguien no habla con convencimiento no veo motivo para perder mi tiempo escuchando. Además que las aclaraciones son paja inútil, pérdidas de tiempo en lugar de ir directo al punto.
Pero vamos, te daré una sorpresa: hay opiniones que valen más que las de los demás.
Pero sólo tienen valor esas opiniones cuando han sido construidas con mucho trabajo detrás. Lecturas, reflexión, ensayos de prueba y error, etc., cuando no son cosa baladí y son fruto de un verdadero esfuerzo intelectual es normal que el o la propietaria defienda su opinión con, incluso, algo de agresividad. Porque es normal que sean atacados por su opinión, especialmente por las personas promedio que no quieren admitir que para que el pensamiento sea válido hay que trabajarlo.
#1 #1 ladycorazondeluz dijo: Tu anterior creencia era una gilipollez.
Tener una opinión es creer que tu opinión es mejor que la de los demás. Si creyera que la opinión ajena es superior a la mía pues abandonaría la mía para adherirme a la ajena. Si creyera que ambas tienen la misma validez pues estaría en una estado de duda.
Por eso mi frase estrella: " Y puedes pensar diferente pero recuerda que yo tengo razón y tú no."
Sobre los melifluos que hablan casi pidiendo perdón por su opinión, no es que sea difícil saber de que palo van; es fácil reconocer el pensamiento de la mayoría por unos cuantos patrones que se repiten. Sucede que si alguien no habla con convencimiento no veo motivo para perder mi tiempo escuchando. Además que las aclaraciones son paja inútil, pérdidas de tiempo en lugar de ir directo al punto.@ladycorazondeluz Depende de la opinión. No es incompatible tener una opinión y estar en estado de duda, de forma que uno puede reconocer que tu opinión es incluso inferior a otra. Por ejemplo, si yo estuviera perdido con unos amigos en una ciudad desconocida, sin mapa ni sin encontrar a nadie al que preguntarle, pero tuviera un recuerdo poco claro del camino por donde vine. Me vería forzado a formarme una opinión sobre cual camino me conviene tomar para ir al lugar que necesitamos. Mis amigos harían lo mismo, y cada uno tendría su opinión sobre la dirección que deberíamos ir. Todas estas opiniones serán igual de válidas, ya que todos estaremos en el mismo estado de duda y las habremos formado por pura necesidad. No es que todas serán verdad al mismo tiempo, sino que todas estarán igual de incompletas y con fundamento insuficiente. Si nos encontráramos a una persona a quien preguntarle, tomaríamos su opinión como superior a la nuestra, ya que reconocemos que sabrá más de la ciudad donde vive.
Muchas opiniones se forman de esta manera, la mayoría de la gente no piensa todo con demasiada profundidad, ni es experta en todos los temas. Así que muy a menudo se formaran una opinión por necesitar hacerlo. Necesitarán decidir que marca de cierto producto comprar, tener una opinión en política y en economía para votar, aún si no tienen tiempo de formarse demasiado, una opinión sobre ética... La mayoría realmente no tendrán una base solida bajo la cual estar completamente seguros de sus opiniones. Esta seguridad entonces será una muestra de necesidad, de existir.
O sea, que te acabas de dar cuenta de que posiblemente eras de los del primer grupo.
Y lo gracioso es que nadie lo reconoce. XD
Tranquilo, la vida es un suspiro mientras vamos haciendo el idiota por ella.
#4 #4 megustadiscutir dijo: Pero vamos, te daré una sorpresa: hay opiniones que valen más que las de los demás.
Pero sólo tienen valor esas opiniones cuando han sido construidas con mucho trabajo detrás. Lecturas, reflexión, ensayos de prueba y error, etc., cuando no son cosa baladí y son fruto de un verdadero esfuerzo intelectual es normal que el o la propietaria defienda su opinión con, incluso, algo de agresividad. Porque es normal que sean atacados por su opinión, especialmente por las personas promedio que no quieren admitir que para que el pensamiento sea válido hay que trabajarlo. @megustadiscutir y, evidentemente, esos ataques suelen ser sin fundamento. ¿Quieres poner en su lugar a un gilipollas que cree que su opinión vale algo? Hazlo de la manera intelectual y correcta: destroza su opinión. Con datos y reflexión, no con insultos baratos que todos aprendemos a los 5 años.
#5 #5 megustadiscutir dijo: #4 @megustadiscutir y, evidentemente, esos ataques suelen ser sin fundamento. ¿Quieres poner en su lugar a un gilipollas que cree que su opinión vale algo? Hazlo de la manera intelectual y correcta: destroza su opinión. Con datos y reflexión, no con insultos baratos que todos aprendemos a los 5 años.Caraculo.
#6 #6 lord_sangalanga dijo: #1 @ladycorazondeluz Depende de la opinión. No es incompatible tener una opinión y estar en estado de duda, de forma que uno puede reconocer que tu opinión es incluso inferior a otra. Por ejemplo, si yo estuviera perdido con unos amigos en una ciudad desconocida, sin mapa ni sin encontrar a nadie al que preguntarle, pero tuviera un recuerdo poco claro del camino por donde vine. Me vería forzado a formarme una opinión sobre cual camino me conviene tomar para ir al lugar que necesitamos. Mis amigos harían lo mismo, y cada uno tendría su opinión sobre la dirección que deberíamos ir. Todas estas opiniones serán igual de válidas, ya que todos estaremos en el mismo estado de duda y las habremos formado por pura necesidad. No es que todas serán verdad al mismo tiempo, sino que todas estarán igual de incompletas y con fundamento insuficiente. Si nos encontráramos a una persona a quien preguntarle, tomaríamos su opinión como superior a la nuestra, ya que reconocemos que sabrá más de la ciudad donde vive.
Muchas opiniones se forman de esta manera, la mayoría de la gente no piensa todo con demasiada profundidad, ni es experta en todos los temas. Así que muy a menudo se formaran una opinión por necesitar hacerlo. Necesitarán decidir que marca de cierto producto comprar, tener una opinión en política y en economía para votar, aún si no tienen tiempo de formarse demasiado, una opinión sobre ética... La mayoría realmente no tendrán una base solida bajo la cual estar completamente seguros de sus opiniones. Esta seguridad entonces será una muestra de necesidad, de existir. @lord_sangalanga Por eso surge la dichosa frase “todas las opiniones valen lo mismo”. Porque todo aquel que no ahonda demasiado en la formación de sus opiniones, ya sea por falta de tiempo o por falta de ganas, termina pensando falsamente que el otro tiene opiniones igual de fundadas que las suyas, y que por lo tanto desde su punto de vista tienen igual valor, en el sentido en el que ambas son igual de incompletas/desinformadas/sin suficiente fundamento. Cuando hay gente que realmente investigo el tema y fue más rigurosa en la formación de sus opiniones.
Lo que si implica defender una opinión es asumir que la opinión ajena esta equivocada, aún si estas en estado de duda y crees que podría tener tanta razón como tú, al defenderla uno debe actuar como si lo que defiende fuera cierto, negando los contrarios. Si no, no hay defensa posible, y afecta al intercambio de ideas. En el escenario que presenté yo, este grupo de amigos no podría ponerse de acuerdo sobre qué dirección tomar si cada uno no explicara y defendiera su propio recuerdo de cual es la mejor dirección. Si uno no puede defender su opinión frente a las demás no tiene derecho a reclamar que se la tomen por válida solo por existir.
En fin, que no te gusta no poder predecir a las personas
#7 #7 alma_podrida dijo: #5 Caraculo.@alma_podrida Canchanchán
#6 #6 lord_sangalanga dijo: #1 @ladycorazondeluz Depende de la opinión. No es incompatible tener una opinión y estar en estado de duda, de forma que uno puede reconocer que tu opinión es incluso inferior a otra. Por ejemplo, si yo estuviera perdido con unos amigos en una ciudad desconocida, sin mapa ni sin encontrar a nadie al que preguntarle, pero tuviera un recuerdo poco claro del camino por donde vine. Me vería forzado a formarme una opinión sobre cual camino me conviene tomar para ir al lugar que necesitamos. Mis amigos harían lo mismo, y cada uno tendría su opinión sobre la dirección que deberíamos ir. Todas estas opiniones serán igual de válidas, ya que todos estaremos en el mismo estado de duda y las habremos formado por pura necesidad. No es que todas serán verdad al mismo tiempo, sino que todas estarán igual de incompletas y con fundamento insuficiente. Si nos encontráramos a una persona a quien preguntarle, tomaríamos su opinión como superior a la nuestra, ya que reconocemos que sabrá más de la ciudad donde vive.
Muchas opiniones se forman de esta manera, la mayoría de la gente no piensa todo con demasiada profundidad, ni es experta en todos los temas. Así que muy a menudo se formaran una opinión por necesitar hacerlo. Necesitarán decidir que marca de cierto producto comprar, tener una opinión en política y en economía para votar, aún si no tienen tiempo de formarse demasiado, una opinión sobre ética... La mayoría realmente no tendrán una base solida bajo la cual estar completamente seguros de sus opiniones. Esta seguridad entonces será una muestra de necesidad, de existir. ACabo de darme cuenta que puse "necesidad" y quería poner "necedad":
"Esta seguridad entonces será una muestra de necedad, de existir."
Qué tontería, como si no se pudiera ser las dos cosas a la vez. Por poner un ejemplo, el aborto. Yo estoy a favor y mi opinión por supuesto que vale más que la de quién está en contra, porque mi opinión es que cada una tenga la libertad de hacerlo o no, y la opinión contraria es coartar el derecho a decidir de los demás.
Si sale el tema y la otra persona pretende discutir conmigo, voy a zanjar la conversación diciendo que no estamos de acuerdo pero lo respeto. Porque no me da la gana perder el tiempo o llevarme un disgusto por discutir con alguien que no va a cambiar de opinión, porque ésta tiene un fundamento ideológico y religioso contra el que no puedo luchar.
Evitar confrontaciones absurdas no es querer caerle bien a todo el mundo ni te libra de creerte superior a los demás.
Vaya que prefieres a una persona prepotente y pedante que a alguien sociable y extrovertido.
¿Mucho no sales de casa, no?
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