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Los institutos aunque puedan intentarlo no orientan a los alumnos porque no se fijan en que les gusta o que querrian hacer. Yo veo bien que si una carrera no es como pensabas y resulta que no te gusta te cambies pero tambien puede ser que usen las carreras como puente a las que si quieren (yo por ejemplo use optica para entrar en enfermeria porque para la primera pedian un 6'7 y para la segunda un 9'2) y eso sin mencionar que la mitad de los chavales que hacen la selectividad no saben ninlo que quieren hacer bien por indecision bien porque no ven nada que les atraiga.
Que cada vez hay menos motivación docente, es cierto (también habría que ver de quién es la culpa, porque no creo en las polarizaciones de "buenos" vs "malos); que hay quienes se rinden a la primera de cambio, también es cierto (tampoco aquí cargo toda la responsabilidad sobre los padres); pero no estoy de acuerdo con tu nick: haber empezado algo es un motivo necesario, pero no suficiente, para continuarlo y terminarlo. Por esa regla de tres, los divorcios no deberían existir. Por ejemplo, en medicina hay quienes cuando se ven delante del cadáver de las prácticas de anatomía se dan cuenta de que no tienen todo el "estómago" que necesitan. Cuando la realidad nos pega un bofetón detrás de otro, lo más sensato es rectificar.
Cambiar de idea no es necesariamente malo.
Ni mucho menos un fracaso.
O esos mismos padres les han obligado a hacer algo que no quieren, y hay cosas que no pueden forzarse.
Uy si, esas son las unicas opciones por las que alguien se cambia de carrera. No porque alguien entre por expectativas de su entorno (especialmente de sus padres), que entre en algo porque no le de la nota para otra cosa, por que simplemente no sea lo que esperaba, etc. Sera por motivos para cambiar de opinion...
Padres que obligan, profesores que asesoran en base a notas, edad temprana para elegir... son algunos de los factores para escoger carrera y por la cual luego se cambian de la misma.
Yo siempre quise hacer lo que hago (teleco), pero una vez entré me di cuenta de que mi carrera muy poquita gente la tenía en mente, mucha venía de una carrera más exigente (que hay pocas) pero que generalmente suele gustar más (como ingeniería aeroespacial, que tiene una nota de corte elevadisima), otra gente venía de otras carreras que no les habían gustado lo suficiente, y otra gente quería cambiarse a otra con mayor nota de corte. Cada uno tiene sus propios motivos y me parece absurdo terminar algo que no te gusta, sobretodo porque las matrículas son caras y hay carreras que sin motivación alguna, te hundes en la miseria (hablo por experiencia).
¿Acaba siempre lo que empiezas? Pues no, no le veo el sentido a perder dinero y tiempo en algo que no te interesa solo por algún absurdo castigo autoimpuesto de "lo empecé, ahora debo terminarlo".
Mucha gente quiere meterse a medicina pero no le llega la nota, así que lo que hacen es meterse a enfermería y mientras se quedan en lita de espera de medicina. Si algún estudiante de medicina deja la carrera uno de enfermería ocupa su lugar enseguida.
Tu frase de "acaba siempre lo que empiezas" me parece una soberana gilipollez, especialmente en esta situación. A veces una persona se mete a estudiar algo y se da cuenta de que en realidad no le gusta y no quiere dedicarse a eso. ¿Por qué cojones tendría que amargarse? Encima pagando.
Estoy de acuerdo en que hay gente que se cambia de carrera o abandona en cuanto sopla un viento fuerte. Pero no es ni de lejos la única razón.
En primera, se nos fuerza a elegir área (y después carrera) demasiado pronto. Parte de la evolución humana del cerebro (impulsada por una mayor esperanza de vida y la necesidad de un desarrollo cada vez más complejo por las complejidades propias de la sociedad en que vivimos) ha hecho que con los años el desarrollo mental del adulto se retrase (actualmente se habla de que la adolescencia mental dura hasta pasados los 24 años, en términos de desarrollo del cerebro solamente), lo que hace que la gente esté eligiendo carrera en un punto más prematuro que en épocas anteriores. Esto solo genera mayor propensión al error a la hora de discernir vocaciones y habilidades, y en consecuencia una elección de carrera más desatinada, amén de un ambiente escolar/laboral para el que el cerebro no está listo. Cuando el desarrollo mental para definir la vocación (que hace unas generaciones llegaba a los 16/18 y actualmente llega alrededor de los 22) nos toca, a mucha gente le ocurre que no coincide con la elección hecha antes de tiempo, y naturalmente buscarán reconducir el barco hacia el área que ahora saben que es la suya.
#11 #11 peppercat dijo: Estoy de acuerdo en que hay gente que se cambia de carrera o abandona en cuanto sopla un viento fuerte. Pero no es ni de lejos la única razón.
En primera, se nos fuerza a elegir área (y después carrera) demasiado pronto. Parte de la evolución humana del cerebro (impulsada por una mayor esperanza de vida y la necesidad de un desarrollo cada vez más complejo por las complejidades propias de la sociedad en que vivimos) ha hecho que con los años el desarrollo mental del adulto se retrase (actualmente se habla de que la adolescencia mental dura hasta pasados los 24 años, en términos de desarrollo del cerebro solamente), lo que hace que la gente esté eligiendo carrera en un punto más prematuro que en épocas anteriores. Esto solo genera mayor propensión al error a la hora de discernir vocaciones y habilidades, y en consecuencia una elección de carrera más desatinada, amén de un ambiente escolar/laboral para el que el cerebro no está listo. Cuando el desarrollo mental para definir la vocación (que hace unas generaciones llegaba a los 16/18 y actualmente llega alrededor de los 22) nos toca, a mucha gente le ocurre que no coincide con la elección hecha antes de tiempo, y naturalmente buscarán reconducir el barco hacia el área que ahora saben que es la suya.(sigo) En segunda, mucha gente elige carrera por las razones incorrectas. Existe mucha presión de parte de padres, familiares, profesores, para elegir en función del estado del campo laboral, el nivel de ingresos, los contactos de la familia para "buscarte un buen puesto", o las propias habilidades que no necesariamente coinciden con los gustos o vocación. En papel puede no sonar mal, pero es solo cuando se enfrentan a lo que significa estudiar una carrera a disgusto o sin ningún talento para la misma que se dan cuenta que están perdiendo el tiempo. En el mejor de los casos elegirán otra, y en el peor perderán años sin dar palo al agua para igual acabar desertando, terminarán una carrera que probablemente nunca ejercerán o que abandonarán a la primera oportunidad, o que harán de mala gana el resto de su vida.
Otro factor que influye es una mayor consciencia de que para tener una vida plena necesitas una vida profesional buena, o al menos una que no odies. Cada vez más personas están conectadas con aquello que los hará felices y menos dispuestas a sacrificar la felicidad por la promesa de una mejor situación económica o seguir la tradición de la familia, por ejemplo.
Independientemente de las razones, cambiar de carrera no necesariamente es algo malo. Si sabes que tomaste el tren equivocado y que te llevará a donde no quieres, ¿seguirías montado en él o te bajarías en la próxima estación para regresar y tomar el correcto? ¿Cuál sería la opción más inteligente? Si te das cuenta de que lo que empezaste es un error y no hará nada por tu felicidad presente o futura, ¿cual es el punto de acabar? Hay perseverancia inteligente y perseverancia tonta. Y es importante aprender a distinguir eso.
Ostras, qué pasa, que según tú no puedes descubrir otras carrera que te gusta más? O no puedes darte cuenta que lo que creías que te gustaba, lo odias? Cambiar de opinión es una virtud, cuando lo llevas bien, y te puede enriquecer muchísimo.
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