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Disfrazarse, en general, es un hecho festivo asociado a momentos de esparcimiento. En el contexto de la vida humana, el tiempo de esfuerzo y trabajo es el tiempo de la responsabilidad y el sacrificio. El tiempo del ocio y el placer, convertido a través del foco de la cultura en festividades y convenciones que nos indican cuándo está permitido o no saltarse los límites ordinarios, en cambio, supone el momento nihilista en el que los valores quedan en suspenso o al menos su vigencia se relaja.
Dentro de las festividades, algunas son más solemnes que otras. En general esto se determina por la tradición. Lo otaku es algo relativamente nuevo que no tiene inserción en el horizonte cultural de nuestra sociedad. Es una novedad que viene presentada por el negocio del entretenimiento capitalista y cuya público objetivo es principalmente los preadolescentes y adolescentes.
Por mucho que haya animes o mangas para adultos, los códigos expresivos de estos medios no son los más refinados o complejos, es decir, los más maduros (aquí puede apelarse a las barreras culturales, pero creo que muchos estaremos de acuerdo en considerar que la sociedad japonesa está infantilizada por encima de la media).
Lo patetico no es disfrazarse en sí yo lo he hecho no en salones del manga pero si en convenciones de ciencia ficción y actúas. Como el personaje del qye te disfrazas en ese contexto pero vas al bar de enfrente a tomar una cerveza y actúas normal aunque vayas disfrazado, lo patetico es actuar como el personaje fuera del entorno de la convención o del salón
#1 #1 bonibonito dijo: Disfrazarse, en general, es un hecho festivo asociado a momentos de esparcimiento. En el contexto de la vida humana, el tiempo de esfuerzo y trabajo es el tiempo de la responsabilidad y el sacrificio. El tiempo del ocio y el placer, convertido a través del foco de la cultura en festividades y convenciones que nos indican cuándo está permitido o no saltarse los límites ordinarios, en cambio, supone el momento nihilista en el que los valores quedan en suspenso o al menos su vigencia se relaja.
Dentro de las festividades, algunas son más solemnes que otras. En general esto se determina por la tradición. Lo otaku es algo relativamente nuevo que no tiene inserción en el horizonte cultural de nuestra sociedad. Es una novedad que viene presentada por el negocio del entretenimiento capitalista y cuya público objetivo es principalmente los preadolescentes y adolescentes.
Por mucho que haya animes o mangas para adultos, los códigos expresivos de estos medios no son los más refinados o complejos, es decir, los más maduros (aquí puede apelarse a las barreras culturales, pero creo que muchos estaremos de acuerdo en considerar que la sociedad japonesa está infantilizada por encima de la media).no estoy de acuerdo en el tema de la infantilizacion de la sociedad japonesa, más bien es el prisma de occidente ya que para ellos, ciertos temas son más tabúes que otros.
Exponer a chicos jóvenes a situaciones brutales es algo normal para la ficción que nosotros vemos como algo grotesco y responde únicamente a la visión de que cuando eres joven todo es mejor. Con tu trabajo y tus responsabilidades no tienes tiempo de nada pero en la ficción puedes volver a esos años donde lo más preocupante era que mañana lloverá y te jodera el partido con los colegas.
El tema otaku se percibe patético porque apela a ese porcentaje de japoneses que son patéticos hasta para ellos. Allí es una palabra equivalente a obsesionado, a ese niño grande de 32 años que no tiene trabajo y que se refugia en el anime para no quitarse de en medio, nada que ver con el fan común y sano que disfruta de esos eventos.
#3 #3 bloodhloof dijo: #1 no estoy de acuerdo en el tema de la infantilizacion de la sociedad japonesa, más bien es el prisma de occidente ya que para ellos, ciertos temas son más tabúes que otros.
Exponer a chicos jóvenes a situaciones brutales es algo normal para la ficción que nosotros vemos como algo grotesco y responde únicamente a la visión de que cuando eres joven todo es mejor. Con tu trabajo y tus responsabilidades no tienes tiempo de nada pero en la ficción puedes volver a esos años donde lo más preocupante era que mañana lloverá y te jodera el partido con los colegas.
El tema otaku se percibe patético porque apela a ese porcentaje de japoneses que son patéticos hasta para ellos. Allí es una palabra equivalente a obsesionado, a ese niño grande de 32 años que no tiene trabajo y que se refugia en el anime para no quitarse de en medio, nada que ver con el fan común y sano que disfruta de esos eventos.Yo no soy experto en cultura japonesa. Puedo hablar de mi impresión acerca de la manera que tienen de expresar las emociones y plasmarlas en los distintos medios. Desde la literatura de Murakami, hasta los juegos de Kojima, pasando por música, series y demás, la impresión que me queda es que los japoneses tienen tremendas dificultades para conectar con sus emociones sin caer en el infantilismo y la vergüenza. Hasta donde yo sé, el Imperio japonés era ostensiblemente rígido, duro y autoritario, lo cual puede explicar en parte lo que comento. Luego está el hecho relativo a la diversidad cultural. Al final, uno no puede enjuiciar si no es desde su propio etnocentrismo. Por tanto, asumo esa parte de distorsión que tienen mis palabras.
Japón marca el horizonte hacia el que los europeos vamos: envejecimiento poblacional, soledad, barreras comunicativas, workalcoholismo, tecnofilia como única esperanza de futuro.
¿Está mal disfrazarse? No. ¿Disfrazarse es una forma de jugar a la ficción y de romper con una realidad que, quizá, es difícil de soportar? Sí. Mientras uno sepa entender la frontera entre el juego y lo real, bien. Cuando uno acaba viviendo a través de su fantasía, se dan los hikikomori (no sé si lo he escrito bien), los furros, etc.
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