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No, y aunque muchos estáis obsesionados en denostar tanto al coche eléctrico como a las energÃas renovables y preferÃs seguir dependiendo de paÃses que si un dÃa les da por cortar el suministro, eso SI es el apocalipsis.
Sin contar que los más anti energÃas renovables sois, también pertenecéis al club de los más nacionalistas españoles y que solo queréis la prosperidad de este paÃs.
A ustedes, nacionalistas de pulsera, os recomiendo un libro, La superpotencia renovable, de Daniel Pérez RodrÃguez.
Un libro que lo dice bien claro, España va a ser la Arabia Saudà de este siglo. Una potencia con capacidad no solo se autoabastecerse si no de exportar ingentes cantidades de energÃa y de tener una relevancia energética tal que podremos imponer nuestras condiciones al resto de Europa.
Con las energÃas renovables, se acabó que los del norte nos llamen PIGS, que nos desprecien y que nos miren por encima del hombro. Porque si les decimos, "o nos haces caso o te encarecemos la energÃa, a ver cuanto de frugal eres".
Ese poder coercitivo que tendrÃa España con toda Europa los mas "patriotas" lo despreciáis, por eso vuestro nacionalismo solo llega a vuestra pulserita.
#1 #1 javilemans dijo: No, y aunque muchos estáis obsesionados en denostar tanto al coche eléctrico como a las energÃas renovables y preferÃs seguir dependiendo de paÃses que si un dÃa les da por cortar el suministro, eso SI es el apocalipsis.
Sin contar que los más anti energÃas renovables sois, también pertenecéis al club de los más nacionalistas españoles y que solo queréis la prosperidad de este paÃs.
A ustedes, nacionalistas de pulsera, os recomiendo un libro, La superpotencia renovable, de Daniel Pérez RodrÃguez.
Un libro que lo dice bien claro, España va a ser la Arabia Saudà de este siglo. Una potencia con capacidad no solo se autoabastecerse si no de exportar ingentes cantidades de energÃa y de tener una relevancia energética tal que podremos imponer nuestras condiciones al resto de Europa.
Con las energÃas renovables, se acabó que los del norte nos llamen PIGS, que nos desprecien y que nos miren por encima del hombro. Porque si les decimos, "o nos haces caso o te encarecemos la energÃa, a ver cuanto de frugal eres".
Ese poder coercitivo que tendrÃa España con toda Europa los mas "patriotas" lo despreciáis, por eso vuestro nacionalismo solo llega a vuestra pulserita. Si no entrases al trapo del maniqueÃsmo y mantuvieses cierta prudencia ante un discurso maximalista (extremadamente optimista y con tintes publicitarios) como el que comentas, probablemente se podrÃa reconocer cierta razón en tu comentario. Por desgracia, no es asÃ. Denuncias nacionalismo para esgrimir nacionalismo.
Seguro que eres europeÃsta, y reconoces abiertamente que la Europa rica, la que manda, nos toma por el coño de la Bernarda...
#2 #2 bonibonito dijo: #1 Si no entrases al trapo del maniqueÃsmo y mantuvieses cierta prudencia ante un discurso maximalista (extremadamente optimista y con tintes publicitarios) como el que comentas, probablemente se podrÃa reconocer cierta razón en tu comentario. Por desgracia, no es asÃ. Denuncias nacionalismo para esgrimir nacionalismo.
Seguro que eres europeÃsta, y reconoces abiertamente que la Europa rica, la que manda, nos toma por el coño de la Bernarda...@bonibonito Tienes razón, probablemente haya caÃdo en un discurso maximalista producto, no sin razón, de un hartazgo generalizado por mi parte a un discurso anti energÃas renovables que es la única esperanza que tiene España de prosperar y tener un sector industrial competente.
Un discurso que se alimenta del desconocimiento y de una guerra polÃtica que la única lógica es confrontar con el adversario. Da igual que en 20 años podamos ser la nueva Alemania, lo importante es el voto en el corto plazo.
Como no voy a estar harto.
Aporto mi fuente, un libro de más de 350 páginas que explica mejor de lo que lo puedo hacer yo.
#3 #3 javilemans dijo: #2 @bonibonito Tienes razón, probablemente haya caÃdo en un discurso maximalista producto, no sin razón, de un hartazgo generalizado por mi parte a un discurso anti energÃas renovables que es la única esperanza que tiene España de prosperar y tener un sector industrial competente.
Un discurso que se alimenta del desconocimiento y de una guerra polÃtica que la única lógica es confrontar con el adversario. Da igual que en 20 años podamos ser la nueva Alemania, lo importante es el voto en el corto plazo.
Como no voy a estar harto.
Aporto mi fuente, un libro de más de 350 páginas que explica mejor de lo que lo puedo hacer yo.El discurso antirrenovables es un fenómeno de redes sociales, pues la realidad es que la opinión pública que dirigen los mass media está en el lado del lobby verde. Y digo lobby porque es evidente que, tanto para unos intereses como para otros, la manera de ejercer presión polÃtica es a través de la organización dentro de las esferas de influencia. En Europa ya nadie dentro de las instituciones se opone a las renovables, y sólo la sensación de abandono o engaño por parte del ciudadano respecto de los gobiernos puede llevar a ese rechazo frontal al discurso ecologista que lo culpabiliza.
Los avances en las energÃas renovables están ahÃ, aunque son más lentos de lo que las promesas pretéritas aseguraron. Y no sólo es una cuestión de financiación, como se pretende enfocar siempre desde el sector (como sabes, España es el 2 de Europa y el 5 del mundo en generadores eólicos instalados). Hay limitaciones técnicas evidentes, como las dificultades para obtener un suministro constante que satisfaga sin riesgos los consumos de toda la sociedad. Por ello, cualquier fÃsico no comprado por Greenpeace y compañÃa te dirá que la energÃa nuclear es el complemento perfecto a la eólica, solar, etc. Fórmula para la descarbonización.
Puestos a hablar de ideales técnicos, el sueño de la fusión nuclear supondrÃa el mayor de los hitos, mil veces más sostenible y eficiente que cualquier otra alternativa.
#4 #4 bonibonito dijo: #3 El discurso antirrenovables es un fenómeno de redes sociales, pues la realidad es que la opinión pública que dirigen los mass media está en el lado del lobby verde. Y digo lobby porque es evidente que, tanto para unos intereses como para otros, la manera de ejercer presión polÃtica es a través de la organización dentro de las esferas de influencia. En Europa ya nadie dentro de las instituciones se opone a las renovables, y sólo la sensación de abandono o engaño por parte del ciudadano respecto de los gobiernos puede llevar a ese rechazo frontal al discurso ecologista que lo culpabiliza.
Los avances en las energÃas renovables están ahÃ, aunque son más lentos de lo que las promesas pretéritas aseguraron. Y no sólo es una cuestión de financiación, como se pretende enfocar siempre desde el sector (como sabes, España es el 2 de Europa y el 5 del mundo en generadores eólicos instalados). Hay limitaciones técnicas evidentes, como las dificultades para obtener un suministro constante que satisfaga sin riesgos los consumos de toda la sociedad. Por ello, cualquier fÃsico no comprado por Greenpeace y compañÃa te dirá que la energÃa nuclear es el complemento perfecto a la eólica, solar, etc. Fórmula para la descarbonización.
Puestos a hablar de ideales técnicos, el sueño de la fusión nuclear supondrÃa el mayor de los hitos, mil veces más sostenible y eficiente que cualquier otra alternativa.@bonibonito Es evidente de que hay lobbies, hasta los paÃses hacen lobby para colocar a sus polÃticos en puestos que ese paÃs considera estratégico para sus intereses.
Que Teresa Ribera sea la mano derecha de Von der Layen liderando la cartera de transición ecológica es un triunfo diplomático inmenso que nadie ha aplaudido, cuando ha tenido que ser un trabajo por parte del personal diplomático enviado a Bruselas que no nos podemos hacer una idea.
Es evidente que el avance en esta carrera no se paga a golpe de cheque, ni es tan rápido como uno quiere, pero ahà esta el avance, la expectativa que genera y la realidad de convertir a España en una nación próspera, y eso, el tener una economÃa que pueda mirar con cara y ojos a las otras grandes economÃas de Europa es de una oportunidad que nadie deberÃa rechazar.
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