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Lo de la soledad no es porque los amigos se vean poco, es porque nadie se abre a hacerse amigo de alguien que está soño y parece ser que el afecto es algo por lo que se tiene que competir
El detalle es que los medios electrónicos palian esa sensación lo bastante bien para que no notemos lo poco que nos relacionamos con otras personas. Y no hablo solo de interacciones reales en medios electrónicos; los programas de cotilleo, y los canales de YouTube y cuentas de Instagram dedicadas a documentar la vida de alguien, generan una falsa sensación de complicidad, integración y pertenencia a quienes consumen ese tipo de contenido, haciendo que ignoremos las señales de que estamos demasiado tiempo a solas y empecemos a dedicarles demasiado tiempo. Si a eso se le añaden las migraciones por trabajo y los horarios de trabajo extendidos (haciendo que te alejes de los amigos que ya tienes y dificultando que hagas nuevos), el panorama para la convivencia en persona se hace difícil y es cada vez más tentador satisfacer esa necesidad de forma artificial. Pero ¿qué se puede hacer exactamente al respecto? Ese fenómeno es producto de nuestro tiempo. Habría que convencer a los empleadores de dar horarios de trabajo que permita a los trabajadores convivir con sus amigos, como se empieza a exigir que se le de a los padres para convivir con sus hijos (y si lo segundo se ve lejano lo primero ya roza la fantasía), y al mismo tiempo convencer a los directores de los medios digitales de restringir ese tipo de contenido o el tiempo de uso por usuario para obligar a la gente a satisfacer su necesidad de convivencia de la forma tradicional (cosa que por obvias razones no van a hacer).
Si los tienes a 500 kilómetros vale, deberías hacer amigos más cerca.
Yo a mis amigos los veo una vez por semana y hacemos eso mismo. Aveces alguien desaparece cuando tiene pareja pero sabemos que volverá en seis meses.
A ver, lo primero es que cada uno vive como quiere..si no les interesa mucho hacer vida social tienen derecho a quedarse en su casa.
Por otra parte, lo que dices me parece bien si hablamos de ayudar a personas con fobias sociales a socializar . También hay casos y casos, hay gente que por mudarse mucho o por circunstancias de la vida, no ha conseguido hacer amigos o ha perdido los que ha tenido.
Muchas veces no puedes hacer vida social por falta de dinero, como bien dices en tu aporte, nuestros padres iban de cervezas cada semana, para muchísima gente eso es imposible.
Yo tengo pocos amigos y lejos, ya que hace varios años me mudé a otra comunidad autónoma. Ahora bien, cuando voy de vacaciones a mi ciudad de origen, aprovecho para verlos. Sí es cierto que me gustaría hacer amigos nuevos donde vivo actualmente, pero por mi trabajo es bastante complicado a menos que encuentre algún club o asociación cuyos intereses coincidan con los míos, y al cual pueda acudir un par de veces por semana.
#3 #3 peppercat dijo: El detalle es que los medios electrónicos palian esa sensación lo bastante bien para que no notemos lo poco que nos relacionamos con otras personas. Y no hablo solo de interacciones reales en medios electrónicos; los programas de cotilleo, y los canales de YouTube y cuentas de Instagram dedicadas a documentar la vida de alguien, generan una falsa sensación de complicidad, integración y pertenencia a quienes consumen ese tipo de contenido, haciendo que ignoremos las señales de que estamos demasiado tiempo a solas y empecemos a dedicarles demasiado tiempo. Si a eso se le añaden las migraciones por trabajo y los horarios de trabajo extendidos (haciendo que te alejes de los amigos que ya tienes y dificultando que hagas nuevos), el panorama para la convivencia en persona se hace difícil y es cada vez más tentador satisfacer esa necesidad de forma artificial. Pero ¿qué se puede hacer exactamente al respecto? Ese fenómeno es producto de nuestro tiempo. Habría que convencer a los empleadores de dar horarios de trabajo que permita a los trabajadores convivir con sus amigos, como se empieza a exigir que se le de a los padres para convivir con sus hijos (y si lo segundo se ve lejano lo primero ya roza la fantasía), y al mismo tiempo convencer a los directores de los medios digitales de restringir ese tipo de contenido o el tiempo de uso por usuario para obligar a la gente a satisfacer su necesidad de convivencia de la forma tradicional (cosa que por obvias razones no van a hacer). ...Y entonces habría que convencer a la gente demasiado cómoda en su posición de "socialización pasiva" de abandonarla para tratar con gente real, con todo lo que ello implica (desde rehabilitar las habilidades sociales atrofiadas hasta asumir el riesgo de que haya gente que no se logre reintegrar y que, privada o restringida de su medio de consuelo, sufra graves daños a nivel psicoafectivo).
Se entiende tu punto, pero no veo cómo podría atacarse de forma colectiva, más allá de la mera sugerencia de "oye, cierra Instagram y sal a la calle a hacer amigos".
Yo veo a un grupo de amigos 2-3 veces al año. Incluso menos. Pero la razón es porque yo tengo mis amigos habituales y ellos sus amigos habituales y solemos reunirnos alguna vez pa contarnos la vida. Si en tu caso no tienes más que esos amigos significa que tienes que buscarte un grupo de amigos nuevo.
Lo que pasa es que la mayoría de la gente no tiene un único grupo de amigos, sino varios o amigos sueltos con los que queda de vez en cuando. A lo mejor es que tienes demasiado idealizada la amistad y sólo tienes un grupo para no "traicionarlos" o yo qué sé (es algo relativamente común eso) hasta un punto en el que se torna dañino para ti.
@merula Ves, ya me ha dado la nostalgia otra vez.
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