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A la empresa le importa una mierda que tengas o no tengas hijos, paga por ti y lo único que quiere tu jefa es que rindas y llegues a los objetivos propuestos, sin distraerte con tu niño.
#1 #1 oldesnake dijo: A la empresa le importa una mierda que tengas o no tengas hijos, paga por ti y lo único que quiere tu jefa es que rindas y llegues a los objetivos propuestos, sin distraerte con tu niño.La flexibilidad y empatía en un momento de necesidad generan lealtad, moral alta y compromiso con la empresa. La rigidez e incomprensión genera resentimiento, baja moral y eventualmente afecta la productividad (porque el empleado empieza a trabajar a desgana, aparecen las ideas de abandonar el trabajo, y no siente el deseo de esforzarse, ser solidario y colaborar con un entorno al que siente hostil). Un empleado bien cuidado es una inversión a largo plazo y genera una relación sólida y conveniente para ambas partes (el empleado se siente valorado y cómodo en su trabajo, y el empleador cuenta con un equipo de trabajo más duradero y comprometido). Si supieras lo que una empresa exitosa le saca en ganancias a un empleado que hace bien su trabajo, verías que pueden absorber perfectamente el impacto económico de algunas concesiones hacia los mismos y beneficiarse muchísimo de la lealtad que éstas generan.
#2 #2 peppercat dijo: #1 La flexibilidad y empatía en un momento de necesidad generan lealtad, moral alta y compromiso con la empresa. La rigidez e incomprensión genera resentimiento, baja moral y eventualmente afecta la productividad (porque el empleado empieza a trabajar a desgana, aparecen las ideas de abandonar el trabajo, y no siente el deseo de esforzarse, ser solidario y colaborar con un entorno al que siente hostil). Un empleado bien cuidado es una inversión a largo plazo y genera una relación sólida y conveniente para ambas partes (el empleado se siente valorado y cómodo en su trabajo, y el empleador cuenta con un equipo de trabajo más duradero y comprometido). Si supieras lo que una empresa exitosa le saca en ganancias a un empleado que hace bien su trabajo, verías que pueden absorber perfectamente el impacto económico de algunas concesiones hacia los mismos y beneficiarse muchísimo de la lealtad que éstas generan.@peppercat esto depende el del sector, cuanta menos cualificación menos importa porque cualquiera vale, ahora si estamos hablando de ingenieros por ejemplo pues claro que la empresa se asegurará de que sus condiciones sean las mejores, pero porque es más complicado de reemplazar. Por supuesto la ética del empresario influye, pero lo que yo he visto es que explotan con jornadas de más de 10 horas, las grandes empresas son un mundo completamente aparte.
#3 #3 oldesnake dijo: #2 @peppercat esto depende el del sector, cuanta menos cualificación menos importa porque cualquiera vale, ahora si estamos hablando de ingenieros por ejemplo pues claro que la empresa se asegurará de que sus condiciones sean las mejores, pero porque es más complicado de reemplazar. Por supuesto la ética del empresario influye, pero lo que yo he visto es que explotan con jornadas de más de 10 horas, las grandes empresas son un mundo completamente aparte.Te estoy contando esto desde mi experiencia (directa o indirecta). Esa filosofía me la enseñó mi padre, quien tiene una pequeña empresa de producción y distribución de ultramarinos. En lo que respecta a su personal, no estamos hablando de ingenieros, sino de reponedores, almacenistas, choferes... Cualquiera puede hacer su trabajo, pero llegar al punto en que lo hagan bien es otra cosa; requieren entrenamiento, compenetración con el equipo y una buena actitud para que los engranes se muevan correctamente (especialmente en épocas difíciles, como la época navideña donde todo el mundo tiene que hacer un esfuerzo extra para abarcar todo el trabajo adicional). Su estrategia para formar su equipo actual es tener a sus empleados en buenas condiciones: tienen prestaciones de ley (que en mi país muy poca gente da a gente con sus puestos y formaciones), sueldos por encima del promedio en sus áreas, desayuno gratuito para los que inician la jornada más temprano, y relativamente muchas concesiones (flexibilidad en la hora de llegada, por ejemplo, o la posibilidad de pedir algunos días libres adicionales a sus vacaciones sin demasiada repercusión en sus sueldos). El resultado es que la mayoría están a gusto y son bastante apegados a la familia. Si se necesitan manos extra o solventar una crisis, el equipo entero responde como una máquina bien engrasada, y hasta en situaciones que no les competen directamente (como un asalto que sufrimos hace poco en la sucursal matriz), se muestran solidarios y dispuestos a dar la cara por el negocio. Obviamente no ha faltado quien trata de abusar, pero han sido casos muy puntuales (de los que hemos tenido que prescindir), y en términos generales la experiencia ha sido buena y redituable para todos.
#4 #4 peppercat dijo: #3 Te estoy contando esto desde mi experiencia (directa o indirecta). Esa filosofía me la enseñó mi padre, quien tiene una pequeña empresa de producción y distribución de ultramarinos. En lo que respecta a su personal, no estamos hablando de ingenieros, sino de reponedores, almacenistas, choferes... Cualquiera puede hacer su trabajo, pero llegar al punto en que lo hagan bien es otra cosa; requieren entrenamiento, compenetración con el equipo y una buena actitud para que los engranes se muevan correctamente (especialmente en épocas difíciles, como la época navideña donde todo el mundo tiene que hacer un esfuerzo extra para abarcar todo el trabajo adicional). Su estrategia para formar su equipo actual es tener a sus empleados en buenas condiciones: tienen prestaciones de ley (que en mi país muy poca gente da a gente con sus puestos y formaciones), sueldos por encima del promedio en sus áreas, desayuno gratuito para los que inician la jornada más temprano, y relativamente muchas concesiones (flexibilidad en la hora de llegada, por ejemplo, o la posibilidad de pedir algunos días libres adicionales a sus vacaciones sin demasiada repercusión en sus sueldos). El resultado es que la mayoría están a gusto y son bastante apegados a la familia. Si se necesitan manos extra o solventar una crisis, el equipo entero responde como una máquina bien engrasada, y hasta en situaciones que no les competen directamente (como un asalto que sufrimos hace poco en la sucursal matriz), se muestran solidarios y dispuestos a dar la cara por el negocio. Obviamente no ha faltado quien trata de abusar, pero han sido casos muy puntuales (de los que hemos tenido que prescindir), y en términos generales la experiencia ha sido buena y redituable para todos. @peppercat claro hay casos y casos, yo por ejemplo solo he visto explotadores. Lo ideal es lo que hace tu padre, pero creo que muy pocos son así.
#5 #5 oldesnake dijo: #4 @peppercat claro hay casos y casos, yo por ejemplo solo he visto explotadores. Lo ideal es lo que hace tu padre, pero creo que muy pocos son así.Lo que es una locura. La empresa no son sus bienes materiales, ni sus instalaciones, ni sus directivos. La empresa es la fuerza laboral que la compone. Y si ésta se viene abajo, lo más probable es que la empresa colapse con ella, o al menos pase una temporada difícil tratando de reconstituírse. Esto lo viví como empleada. Durante más de seis años trabajé en la misma empresa de desarrollo de software (videojuegos), dirigida por un hombre con una filosofía similar a la de mi padre (no habría aceptado otra cosa, para ser honesta). El sueldo no era impresionante, pero había flexibilidad y consideraciones a los empleados (recuerdo especialmente la vez que me permitieron ausentarme porque mi gato enfermó), y las dinámicas eran muy estimulantes (de hecho podíamos trabajar un poco en proyectos propios los viernes, y llegamos a hacer dinámicas como ir a museos o jugar con pistolas Nerf en plena oficina cuando estábamos diseñando un shooter). A veces había jornadas tremendas (de más de 60 horas consecutivas), y no era raro el fin de semana o la noche que pasabas trabajando por bugs o como soporte en eventos donde usaban nuestro software, pero lo hacíamos de buen agrado por solidaridad con el líder y el resto del equipo (y por la pizza gratis).
#5 #5 oldesnake dijo: #4 @peppercat claro hay casos y casos, yo por ejemplo solo he visto explotadores. Lo ideal es lo que hace tu padre, pero creo que muy pocos son así.#6 #6 peppercat dijo: #5 Lo que es una locura. La empresa no son sus bienes materiales, ni sus instalaciones, ni sus directivos. La empresa es la fuerza laboral que la compone. Y si ésta se viene abajo, lo más probable es que la empresa colapse con ella, o al menos pase una temporada difícil tratando de reconstituírse. Esto lo viví como empleada. Durante más de seis años trabajé en la misma empresa de desarrollo de software (videojuegos), dirigida por un hombre con una filosofía similar a la de mi padre (no habría aceptado otra cosa, para ser honesta). El sueldo no era impresionante, pero había flexibilidad y consideraciones a los empleados (recuerdo especialmente la vez que me permitieron ausentarme porque mi gato enfermó), y las dinámicas eran muy estimulantes (de hecho podíamos trabajar un poco en proyectos propios los viernes, y llegamos a hacer dinámicas como ir a museos o jugar con pistolas Nerf en plena oficina cuando estábamos diseñando un shooter). A veces había jornadas tremendas (de más de 60 horas consecutivas), y no era raro el fin de semana o la noche que pasabas trabajando por bugs o como soporte en eventos donde usaban nuestro software, pero lo hacíamos de buen agrado por solidaridad con el líder y el resto del equipo (y por la pizza gratis). Pero una serie de eventos acabaron colocando a uno de los inversionistas como accionista mayoritario y dirigente de la empresa, y con la dimisión de nuestro líder y jefe, y de pronto todo cambió. Perdimos la flexibilidad horaria, el pago de horas extra (!) y un montón de cosas que terminaron con la muerte de la creatividad y con todo el equipo buscando mejores opciones. Yo decidí renunciar el día en que me reclamaron por faltar teniendo una gastroenteritis espantosa (cuando no me había tomado una baja por enfermedad en años y ya llevábamos meses trabajando sin cobrar horas extra). Para colmo de males, uno de los empleados descontentos se las arregló para encontrar y filtrar las cifras que estaba percibiendo la empresa por los proyectos de una de las cuentas (porque esa es otra: un empleado resentido es un empleado propenso al robo, al sabotaje, etc), y era para infartarse; cobrando solo una fracción de lo cotizado podíamos ganar diez veces nuestros sueldos simplemente haciendo de freelancers con nuestros equipos de casa. En menos de un año no quedaba nadie del equipo original. No me quejo por ese último descubrimiento (de hecho ahora mismo estoy luchando por abrir mi propia empresa y tengo como colaboradores a dos de mis ex-compañeros), pero no dejo de pensar en los buenos y viejos tiempos donde alegremente habría sacrificado mejores ganancias por el ambiente y el maravilloso equipo que fuimos alguna vez. Podríamos haber sido grandes y hacer grande a la empresa, porque no había reto que nos rebasara estando juntos, pero por la mala interpretación del papel del jefe de una persona, no pudo ser.
#7 #7 peppercat dijo: #5 #6 Pero una serie de eventos acabaron colocando a uno de los inversionistas como accionista mayoritario y dirigente de la empresa, y con la dimisión de nuestro líder y jefe, y de pronto todo cambió. Perdimos la flexibilidad horaria, el pago de horas extra (!) y un montón de cosas que terminaron con la muerte de la creatividad y con todo el equipo buscando mejores opciones. Yo decidí renunciar el día en que me reclamaron por faltar teniendo una gastroenteritis espantosa (cuando no me había tomado una baja por enfermedad en años y ya llevábamos meses trabajando sin cobrar horas extra). Para colmo de males, uno de los empleados descontentos se las arregló para encontrar y filtrar las cifras que estaba percibiendo la empresa por los proyectos de una de las cuentas (porque esa es otra: un empleado resentido es un empleado propenso al robo, al sabotaje, etc), y era para infartarse; cobrando solo una fracción de lo cotizado podíamos ganar diez veces nuestros sueldos simplemente haciendo de freelancers con nuestros equipos de casa. En menos de un año no quedaba nadie del equipo original. No me quejo por ese último descubrimiento (de hecho ahora mismo estoy luchando por abrir mi propia empresa y tengo como colaboradores a dos de mis ex-compañeros), pero no dejo de pensar en los buenos y viejos tiempos donde alegremente habría sacrificado mejores ganancias por el ambiente y el maravilloso equipo que fuimos alguna vez. Podríamos haber sido grandes y hacer grande a la empresa, porque no había reto que nos rebasara estando juntos, pero por la mala interpretación del papel del jefe de una persona, no pudo ser.@peppercat el problema es que no todo el mundo tiene acceso a buscar otro trabajo y se tiene que conformar. Por lo que comentas supongo que eres ingeniera informática o similar, algo que está más demandado y es mas complicado de encontrar, pero por ejemplo para alguien que trabaje en una tienda, sin formación, les es mucho más complicado encontrar alternativas.
El problema que hay, es que si se lo permites a alguien una vez, lo vas a tener que permitir siempre a todo el mundo, o cuando el compañero lleve a su hijo porque no encuentra con quién dejarlo como le dice que no? Al final acabarían todos llevando a los hijos cuando les viniera bien
#9 #9 breju dijo: El problema que hay, es que si se lo permites a alguien una vez, lo vas a tener que permitir siempre a todo el mundo, o cuando el compañero lleve a su hijo porque no encuentra con quién dejarlo como le dice que no? Al final acabarían todos llevando a los hijos cuando les viniera bien@breju sólo por curiosidad, si tienes un hijo y no tienes con quién o dónde dejarlo, ¿qué haces con él? Personalmente pienso que, si el Estado no te ayuda con esto, la conciliación familiar y laboral deberían ser un derecho.
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