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¿Sabes que los íncubos y los súcubos no existen, verdad?
Porque al no existir, no pueden continuar un "linaje patriarcal", sea lo que sea esa chorrada.
De todas formas, para ver dramones de violación, infidelidad, sexo, hijos ilegítimos, incesto, zoofilia y un hombre que tiene descendencia hasta con la descendencia de su propia descendencia, la cual es muy abundante, puedes mirar un poco la mitología griega.
Nunca lo había visto de esa manera, pero eso me ha hecho recordar una leyenda por la que Caín en realidad era el hijo del ángel caído Samael, el cual había triscado con Eva, y que por eso le daban venazos de matar gente.
#1 #1 isei dijo: ¿Sabes que los íncubos y los súcubos no existen, verdad?
Porque al no existir, no pueden continuar un "linaje patriarcal", sea lo que sea esa chorrada.
De todas formas, para ver dramones de violación, infidelidad, sexo, hijos ilegítimos, incesto, zoofilia y un hombre que tiene descendencia hasta con la descendencia de su propia descendencia, la cual es muy abundante, puedes mirar un poco la mitología griega.Pero para la religión judía sí serían reales, ¿no? Me imagino que a lo que se refiere la autora es que los hebreos estaban tan obsesionados con la pureza de sangre que tenían miedo de que hasta los demonios quisieran enturbiársela.
No con el mismo nombre, pero leyendas similares existen en muchísimas culturas, así que en todo caso la obsesión es más generalizada.
Un judío es un hijo de madre judía, esa es la pureza. Ahora bien, no es la pureza racial contemporánea; eso deriva del concepto biológico de raza aplicado al ser humano, algo bastante moderno.
Esa estrategia funcionó. No se me ocurren muchos más grupos, con excepción de cristianos, musulmanes y gitanos, que puedan mantener sus tradiciones con independencia de la cosmovisión de la autoridad política de la cual forman parte.
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